29 de octubre de 2018
Sara Valdés empezó a cursar materias en el Departamento de Artes Escénicas varios semestres antes de abrir la Carrera. Habiendo entrado inicialmente como estudiante de Filosofía en la Universidad, encontró en una forma de seguir sus intereses en el área de la danza en el Departamento de Artes Escénicas. Personalmente, la conocí cuando llegó a las clases de Somática, y desde ese momento he observado en ella una tendencia de crecimiento personal que pudo desarrollar a través de su interés en la somática. Me acuerdo muy bien que estaba lidiando con un problema de la cadera y frustrada con la dirección de las terapias y tratamientos recomendados para su recuperación. Su decisión de cambiar su énfasis de la danza a la somática, a todo parecer, fue acertada, ya que pudo encontrar alivio en la cadera a través de un proceso somático basado en experiencias conscientes que cambiaron el enfoque de su atención de la cadera al sistema integrado.
En su auto-evaluación se puede apreciar el impacto positivo que tenía la somática en su carrera, aun cuando admite con mucha honestidad las dificultades que tenía:
“Las técnicas básicas y los laboratorios del área de Somática me permitieron ampliar mi sensibilidad, mi rango de movimiento y, sobre todo, me ayudaron a comenzar a recuperar la confianza en mi propio sistema.
Con todo, he tenido dificultades para integrar mi proceso del área de Somática con el de las áreas de Danza y Actuación. He descubierto que estas dificultades nacen de una inseguridad fundamental con respecto a mis propias capacidades.”
Este nivel de honestidad con uno mismo es indispensable para lograr un proceso efectivo en la somática, y en el caso de Sara, sirve para destacar el alto nivel de auto-conocimiento, auto-consciencia y auto-regulación que ha logrado.
En Principios de Somática ya estaba captando uno de los principios que yo considero lo más fundamental—lo de verse y entenderse como sistema. Esta visión va en contra de la práctica normal de separar la persona en diversos aspectos, i.e. corporal, mental, espiritual, emocional, como si existieren por fuera de la totalidad de la persona. Conduce además a una reflexión sobre la profundización en su desarrollo somático. Es evidente que su interés iba ampliando por sus experiencias somáticas. Cito de su bitácora:
“Desde esta perspectiva, el curso me ha dejado una enseñanza invaluable: todo lo que me constituye a nivel emocional e intelectual está completamente ligado a mi cuerpo y la manera como me muevo. La concepción de mí misma como sistema, integra todo lo que soy tanto física como emocionalmente obligándome a romper con una concepción dualista del ser humano.”
En el Ciclo Profesional, es mi opinión que Sara es entre las personas que mejor se ha permitido dejarse influenciar por las prácticas somáticas. Sus proyectos en laboratorios y técnicas básicas nacieron de forma orgánica de su capacidad de identificar problemas sobre los cuales quiso investigar para su propio beneficio. Nunca cayó en la tendencia de generalizar los principios y proyectarlos sobre la humanidad en general, sino entendió que la única forma de aprender la somática es a través de experiencia consciente en la primera persona.
En nuestra carrera, el contexto de las clases se expande el concepto del escenario para incluir espacios y contextos no normalmente asociados con los espectáculos. Uno de éstos es el campo la vida cotidiana, ya que promueve la idea que el artista es artista pese a dónde se encuentra. Además, como la educación somática presume un proceso de cambiar o mejorar hábitos, la capacidad de seguir practicando y refinando su práctica en la cotidianidad ejerce un efecto sobre el comportamiento como artista. En el caso de Sara, estudiante de doble carrera, me maravilla su capacidad de trasladar sus conocimientos entre las dos carreras:
“A largo plazo, me gustaría llevar esta posibilidad de control consciente del uso que hago de mí misma a otras prácticas como el aseo que hago en mi casa y en un futuro cumplir mi deseo de volver a bailar sin hacerme daño.”
Cuando reviso su trabajo de los últimos semestres en clases conmigo, y con otros profesores, se destaca sus investigaciones en Laboratorio de Anatomía Experiencial, materia que cursó dos veces con muy buenos resultados. En su proyecto, “Hacia un mejor uso de mi sistema en las prácticas dirigidas hacia la ejecución escénica”, evidencia plenamente su comprensión de la aplicabilidad de la somática a su carrera.
“Al mirar mi proceso en retrospectiva puedo reconocer que el desconocimiento de mis hábitos y el deseo por copiar formas y cualidades de movimiento empobrecieron mi capacidad de reconocer lo que estaba sucediendo con la organización de mi sistema en diferentes prácticas.”
Su trabajo siempre me ha animado a creer que la somática sí es accesible en un pregrado. Su forma de describir y definir los términos fundamentales de Alexander los hace más entendibles y se entienden como conocimiento encarnado suyo. Sus preguntas son acertadas y se ve en sus bibliografías que ha captado la esencia de cada libro como se relaciona con sus proyectos.
Las Técnicas Básicas de Somática, de las cuales Sara ha cursado varias, se clasifican según sus raíces, orientales y occidentales. Las técnicas occidentales son aquellas desarrolladas con el fin explícito de promover la educación somática. Originalmente las entendíamos como técnicas psico-físicas de movimiento y entrenamiento para artistas escénicas. Son espacios de formación y desarrollo de los recursos técnicos y expresivos de la persona, que abordan el entrenamiento como el trabajo permanente sobre la disposición de la persona para la acción, fomentando el desarrollo de las habilidades desde el reconocimiento de las múltiples dimensiones –físicas, mentales, emocionales, sensibles y espirituales- de la persona en acción y su incidencia en los procesos individuales de ejecución.
En el caso de Sara, es evidente que esta variedad de experiencias somáticas le ha sido productiva y enriquecedora. Ella ha sido capaz de captar la esencia de cualquier actividad, concepto, principio, etc., para integrarla a su visión personal. Y, con todas las facilidades que ha tenido, nunca ha dejado de reconocer que sus puntos más débiles sirven de oportunidad para su auto-investigación. En Acro-Yoga, cuyos principios incluyen entender y aplicar los principios somáticos que permiten un estado de atención integral, afianzar los principios somáticos para desarrollar las bases del estado de presencia consigo mismo, con el otro y con el entorno, y desarrollar un entrenamiento de la disciplina comprendiendo su relación con el estudio somático y escénico, es muy bello apreciar cómo ella está constantemente tejiendo los principios somáticos has lo más profundo de su formación. Nuestra decisión de incluir Acro-Yoga dentro del currículo, tiene mucho que ver con la naturaleza de trabajo colectivo. De nuevo, las palabras de Sara dan cuenta de su comprensión a teórico y prácticamente:
“El carácter colectivo de esta disciplina no se reduce a la evidente necesidad de practicar en grupos de tres o más personas. (…) La confianza, más que una promesa verbal, es una sensación que se gana con el tiempo a través del trabajo coordinado de un equipo. Este semestre tuve la fortuna de lograr esa colectividad con mi equipo de trabajo. Juntos logramos hilar un tejido que nos permitió progresar activamente en nuestro aprendizaje.”
En conclusión, desde sus comienzos en la danza, pasando por su lesión crónica de la cadera, su descubrimiento de la somática y su capacidad de integrar todas sus experiencias dentro y fuera de la universidad, se ve un gran desarrollo de sus intereses y posibilidades como profesional. Sus hazañas en la Carrera de Filosofía, esencialmente distintas a aquellas logradas en la Carrera de Artes Escénicas, terminan siendo integradas en la formación muy particular de Sara. Habla muy bien de ella el que no abandonó una en pro de la otra, sino persistió en ver cómo se complementaba mutuamente.
Siempre hay aspectos que mejorar en el comportamiento, o sean hábitos, auto-imagen, interacción con otros, etc. Hemos visto que Sara demora en reconocerlos a veces, pero hasta el momento ha implementado estrategias para trabajar sobre ellas. No considero esto como una debilidad, precisamente por su capacidad de superación. Será un desafío mantener esta actitud en un ambiente distinto al de la Universidad.
Tal vez el mejor reto que tendrá que enfrentar tiene que ver con su fuerte individualidad, que exige una determinación constante en una sociedad que le puede parecer injusta. Admiro la fuerza de su visión radical y su comprensión del mundo contemporáneo, pero puede ser que esta misma fuerza termine siendo una gran debilidad. A la vez que añora una sociedad incluyente, ha logrado identificarse con la somática, que busca evitar la rigidez en cualquiera de sus manifestaciones. El reto será mantenerse fiel a sus más profundos impulsos y ver cómo se pueden interactuar de forma fluida y equilibrada con las corrientes y contracorrientes de los otros seres, aceptando las dinámicas de transformación en un juego de Yin y Yang. Pese a esto, su visión política-social refleja un compromiso que va mucho más allá de su carrera, y no dudo que va a dejar una huella importante en el mundo contemporáneo.
Bobby Rosenberg
Profesor y coordinador del área de Somática
Carrera de Artes Escénicas
Facultad de Artes
Pontificia Universidad Javeriana
2 de noviembre de 2018
Sara toma la asignatura de Técnica Básica somática en el primer semestre del 2016, con el deseo de explorar diferentes disciplinas que le puedan aportar a su desarrollo profesional.En este semestre la disciplina de AcroYoga hace parte de esta asignatura de forma modular, teniendo una duración de 8 semanas.
Al iniciar este modulo Sara muestra mucho interés por este espacio, ya que esta práctica es completamente desconocida para ella y le genera muchas preguntas alrededor de su interés por la somática. Esto lleva a una relación entre profesor y estudiante mediada principalmente por la curiosidad de lo que se necesita para comprender esta disciplina desde la experiencia.
En las primeras clases Sara mira con detenimiento los diferentes elementos que hacen parte de la clase. Observa a sus compañeros, interactuando muy poco con ellos, respeta las opiniones y la dinámica del proceso del grupo sin involucrarse mucho. Esta postura se va transformando en el transcurso del semestre en donde se observa una mayor interacción y postura crítica frente a sus compañeros y la disciplina.
En relación con el proceso de aprendizaje de la técnica, Sara se muestra insegura, con temor y con la creencia muy arraigada de que no posee las habilidades para realizarla. Esta postura la reta a arriesgarse y darse la oportunidad de probar, observarse, analizar y encontrar en cada uno de los elementos las riquezas que le permiten llegar al logro. Esto se evidencia en la forma de irse arriesgando poco a poco en los vuelos que le generaban mayor temor, los cuales logró ejecutar en un principio con mucho apoyo del docente, poco a poco con apoyo de sus compañeros y finalmente logró realizarlos con autonomía.
Sara la asume con dedicación y cuidado, trabaja día a día no solo con lo que recibe en la clase, sino también asume un entrenamiento de su cuerpo en espacios diferentes a la cátedra, de una forma responsable y constante. Uno de los aportes mas grandes que tuvo durante el módulo fue el de traer elementos de otras cátedras, especialmente el Laboratorio de Somática y técnica Alexander, apropiándolo a elementos propios de la disciplina.
Al finalizar este semestre se ve un gran interés por seguir explorando y una gran curiosidad de cómo desde el AcroYoga se encuentran elementos que le permiten crecer como profesional. Por esta postura de investigación Sara toma dos veces más la asignatura para continuar en un proceso que le permita conocerse a través del otro y fortalecer su autoimagen y las relaciones con sus compañeros.
Como segunda oportunidad, toma la asignatura en el 2017, esta vez teniendo una duración de 16 semanas como Técnica Básica. En este semestre Sara se muestra mucho mas confiada frente a la técnica, y a sus aprendizajes anteriores, los cuales pone en práctica desde el primer día, así fuera una asignatura ya vista, se observa mucha curiosidad, deseo de perfeccionar y de continuar respondiendo aquellas inquietudes que no habían sido respondidas en espacios anteriores.
El creer en ella misma se hace evidente, dándose un lugar dentro del grupo, en donde genera una apertura hacia sus compañeros, para aprender de ellos y permitir que ellos se nutran de ella. Una cualidad representativa fue nutrir a su grupo y su proceso de aprendizaje alrededor de una lesión que la obligó a generar una mayor coordinación para poder realizar los vuelos. Como resultado de esto, logró llegar junto a su grupo a realizar una de las secuencias más complejas, con un alto cuidado de si misma y los demás, cuando incluso cuando otros grupos no alcanzaron este objetivo.
Entrena con dedicación y con mucho cuidado de la técnica, invita a sus compañeros a acompañarla en los diferentes vuelos, sobre todo en los de mayor dificultad. Hace de la repetición una herramienta fundamental para construir confianza, no solamente en ella, sino también en sus compañeros. Desarrolla una habilidad de escucha en donde toma sugerencias y opiniones que le aportan en su propio proceso. De igual forma se arriesga a acompañar a sus compañeros en sus procesos individuales de interiorización de esta práctica.
En el 2018 realizó por tercera vez la asignatura, también con 16 semanas de duración, en el cual fue evidente su capacidad de acomodarse a distintos grupos y compañeros de trabajo. Al ser una asignatura cuyo contenido general ya conocía, mostró un interés en aprender a adaptarse al ritmo que permitían las cualidades y habilidades de sus nuevos compañeros, mostrando una gran adaptación al trabajo en conjunto.
De la joven temerosa, insegura de sus potencialidades en disciplinas de cuerpo y movimiento, Sara se transforma en una profesional que cree en lo que hace, que observa, reconoce y valora los procesos necesarios para cada día ser una mejor profesional y poder transmitir con seguridad y firmeza todos sus aprendizajes a otros que estén dispuestos a recibirlos.
Por esta razón tiene la capacidad de trabajar con diferentes poblaciones, grupos o comunidades, no solo por el haber apropiado una habilidad técnica, sino por su capacidad de relacionarse, observar las necesidades de cada grupo y llevarlos, a través del manejo del cuerpo y el movimiento, a una reflexión y aprendizaje para el cambio. No solo por su proceso específico en la asignatura, sino en el desarrollo como profesional, ha mostrado tener una visión de las artes escénicas, la somática y el AcroYoga como una potencial área de trabajo al alcance de cualquier persona.
En su desarrollo profesional, se recomienda continuar su experiencia en manejo de grupos, donde pueda profundizar en el desarrollo de la observación, facilitación y liderazgo. A nivel investigativo, se recomienda la creación de contenidos en donde converjan las distintas disciplinas que domina y utiliza, donde pueda delimitar el impacto y valor de cada una y como hacer un tejido eficaz entre cada una de estas.
Pablo Jaramillo
Profesor de Acroyoga
Carrera de Artes Escénicas
Facultad de Artes
Pontificia Universidad Javeriana